Una guerrera con un toque especial

 avatar
Josenid Mosquera

Sharon Sayeth Mosquera Caballero nació en la Caja del Seguro Social el sábado 20 de junio de 1998, a las 11:00 a. m. Sus padres, Eligio y Maquelda, estaban llenos de felicidad por la llegada de su primera hija. Eran los mejores días de sus vidas.

Un mes después, Sharon tuvo su primera cita médica. Eligio había notado algo inusual: la bebé no respondía a su llamado ni a los sonidos a su alrededor. Durante la visita, compartió estas inquietudes con el médico, quien ordenó estudios. Los resultados revelaron que Sharon tenía una discapacidad auditiva.

A partir de ese momento, sus padres decidieron apoyarla en todo lo necesario. Eligio y Maquelda aprendieron el hermoso lenguaje de señas para comunicarse con su hija y ayudarla a desarrollarse plenamente.

A lo largo de su vida, Sharon enfrentó numerosos obstáculos. En su época de secundaria, en el colegio Ricardo Miró, fue víctima de acoso escolar. Las constantes burlas de sus compañeros le generaron inseguridad y temor, lo que la llevó a aislarse. Se sentía impotente al no poder defenderse ni comunicarse con los demás, lo que le causaba un profundo malestar emocional.

Cada día, Sharon vivía con miedo a ser juzgada. Al ingresar al colegio, transmitía inseguridad, y frecuentemente le decía a su madre que no quería asistir. Al final de la jornada escolar, solía llorar desconsoladamente. Maquelda, al notar el sufrimiento de su hija, decidió intervenir y hablar con las autoridades del colegio. Gracias a su intervención, la situación mejoró.

En 2013, Sharon fue seleccionada por el Instituto Panameño de Habilitación Especial para representar a Panamá en un congreso mundial en Italia. Pasó diez días en el país europeo, donde participó en actividades artísticas y ferias, y conoció a personalidades como Nyle DiMarco, modelo y actor. También llevó regalos típicos de Panamá para sus nuevos amigos. Esta experiencia le demostró que es posible vivir en una sociedad sin ser juzgada.

Con el tiempo, Sharon aprendió a lidiar con el miedo y las burlas. Logró llevar una vida plena y se ganó el respeto de quienes la rodeaban. Hoy, a sus 25 años, estudia Licenciatura en Educación Especial en la Universidad de las Américas (UDELAS).

Maquelda es la persona que mejor conoce el camino que ha recorrido su hija. Ha sido testigo de los retos que Sharon ha superado y de su inmenso deseo de avanzar y ser comprendida por todos. Esta experiencia ha fortalecido el vínculo entre madre e hija.

Sharon se esfuerza por ser un ejemplo para aquellos que piensan erróneamente que una discapacidad es una limitación. Su deseo de cumplir sus sueños y su compromiso con construir una sociedad más inclusiva la hacen admirable. Sharon demuestra que las personas con discapacidad no son inútiles ni un estorbo, sino miembros valiosos de la sociedad.

Invito a todos a ser los ojos de las personas ciegas, la voz de los que no pueden hablar, los oídos de quienes no pueden escuchar y los pies de las personas con discapacidad física. Ofrezcamos nuestra ayuda desde el corazón y la mente para apoyar a quienes enfrentan desafíos en su vida.

¿Quieres participar?

¡Inscríbete en El Torneo en Línea de Lectoescritura (TELLE) y apoya a los escritores evaluando sus crónicas!

Inscribirme

Apoya a los jovenes

¿Sabías que puedes apoyar a los jóvenes escritores con la compra de sus libros de crónicas?

Ser parte de la historia